lunes, 26 de septiembre de 2011


Alegre

Elijo sentirme alegre.

El amanecer de un nuevo día me llena con la esperanza de posibilidades infinitas. Al comenzar cada mañana, siento mi unidad con Dios, con la naturaleza y con toda manifestación de vida.

Hay mucho que apreciar al pasar unos momentos en gratitud: las personas y los animales en mi vida, las cosas que me proporcionan comodidad, el refugio de mi hogar, la satisfacción de mi trabajo y actividades. Mientras más gratitud expreso, mejor me siento. Mi corazón se llena de alegría y una sonrisa ilumina mi rostro. Busco el bien en toda circunstancia y lo encuentro, aun en los retos. Aprecio el significado profundo de mi vida. Mi actitud jubilosa y mi corazón agradecido me guían al gozo y a la paz.

El corazón alegre es una buena medicina.—Proverbios 17:22

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