domingo, 24 de mayo de 2015


En un jardín había una enorme rosa, pero nadie la cortaba porque a su lado estaba un sapo grande, gordo y feo. Un día, la rosa, muy enojada, le dice: "¿Por qué no te alejas de mí?". El sapo, muy triste, se alejó.
A la semana, pasó por ahí y le pregunta a la rosa: "¿Qué te pasó? ¿Por qué tus pétalos se están marchitando?". La rosa respondió: "Las hormigas me comen día y noche". El sapo le contesta: "Cuando yo estaba a tu lado, no las dejaba, yo me las comía; por eso lucías tan hermosa..."

Muchas veces somos como la rosa. No nos damos cuenta del bien que nos hacen las personas que están a nuestro lado. Las despreciamos, sin darnos cuenta que lo único que hacen es protegernos.
No seas como la rosa. Valora a las personas que te rodean, porque aunque tú no te des cuenta, están ahí para cuidarte.
Estoy cansada de los desagradecidos