viernes, 19 de junio de 2009

*El mundo*


*El mundo*

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto
cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida
humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos
iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.

Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego
loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la
vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se
acerca, se enciende.

*Eduardo Galeano, "El libro de los abrazos*

**grace**

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