viernes, 31 de julio de 2009

LOS GIRASOLES



LOS GIRASOLES
¿Han visto los girasoles?
Se trata de una flor, que gira siempre en busca del sol. Y es por esa razón
que es popularmente llamada girasol.
Cuando una pequeña y frágil semilla de dicha flor brota en medio de otras
plantas, busca inmediatamente la luz solar. Es como si supiera,
instintivamente, que la claridad y el calor del sol le harán posible la
vida. ¿Y qué le sucedería a la flor si la colocáramos en un lugar bien
cerrado y oscuro? Seguramente, en poco tiempo, se moriría.
Tal cual los girasoles, nuestro cuerpo físico también necesita de la luz y
del calor solar, de la lluvia y de la brisa, para mantenernos vivos.
Pero, no es sólo es el cuerpo el que necesita de cuidados para proseguir
firme. El espíritu, igualmente necesita de la luz divina para mantener
encendida la llama de la esperanza. Precisa del calor del afecto, de la
brisa de la amistad, de la lluvia de bendiciones que viene desde lo alto.
Sin embargo, es necesario que hagamos esfuerzos para respirar el aire puro,
por encima de las circunstancias desagradables que nos rodean.
Muchos de nosotros permitimos que los vicios ahoguen nuestras ganas de
buscar la luz y nos debilitamos día tras día como una planta mustia y sin
vida y es entonces cuando nos dejamos enredar en el zarzal de la
haraganería, de la desidia y reclamamos de la suerte sin hacer esfuerzos
para salir de la situación que nos desagrada.
Y es allí, donde debemos recordar que para poder crecer de acuerdo con los
planes divinos, el Creador coloca a nuestra disposición todo lo que
necesitamos.
Es en el amparo de la familia, donde recibimos, sustentación y seguridad en
todos los momentos...
La presencia de los amigos en las horas de alegría o de tristeza,
impulsándonos hacia adelante.
Son las posibilidades de aprendizaje que surgen a cada instante en el
recorrido, haciéndonos más claros y preparados para decidir cuál es el mejor
camino a tomar.
Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando nos encerramos en la oscuridad de la
depresión o de la melancolía y así permanecemos por voluntad propia?.
Debemos entender que Dios tiene un plan de felicidad para cada uno de
nosotros y que para alcanzarlo, es preciso que busquemos los recursos
disponibles.
Es preciso que imitemos al girasol. Que busquemos siempre la luz, incluso
cuando las tinieblas insistan en rodearnos.
Es necesario buscar el apoyo de la familia en los momentos en que nos
sentimos desanimar.
Es necesario buscar la ayuda de los verdaderos amigos cuando sentimos
nuestras fuerzas debilitándose.
Pero sobre todo, busca como el girasol a la Verdadera Luz
Sacado de la web ............**grace**

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