domingo, 23 de agosto de 2009

Ausencia


Ausencia
Aunque jamás mi corazón abriga
miedo al dolor ni se rindió al quebranto,
hay una herida en mi alma que me obliga
a humedecer mis párpados en llanto.
¡Qué débil soy! En vano he procurado
callar la voz que en mi interior resuena;
esa voz de las tumbas que ha brotado
en una noche de recuerdos llena
¡Ay! Ven, que rompa tu pasión los velos
que hoy nos apartan, y mi angustia cese;
ven, yo haré de cada astro de los cielos
un ángel que te cuide y que te bese.
**grace**

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