viernes, 7 de agosto de 2009

GANDHI*


*Para buscar a Dios, no hay necesidad de organizar peregrinaciones, de
encender lámparas, de quemar incienso o de besar la imagen de la divinidad.
El está en el fondo de nuestros corazones. Si pudiéramos suprimir en
nosotros toda conciencia del cuerpo, lo veríamos entonces cara a cara.
Dios no está ni en el cielo ni en el infierno, sino en cada uno de nosotros.
Por consiguiente, podré ver algún día a Dios, si me consagro al servicio de
la humanidad... Cuanto más me esfuerce en ser puro, más cerca me sentiré de
Dios. ¿Y cuál no será esta proximidad cuando mi fe no se reduzca, como hoy
todavía, a una simple justificación, sino que se haga tan inconmovible como
el Himalaya y tan resplandeciente como la nieve que corona sus picos?
La fe es la que nos dirige a través de los océanos turbulentos. La fe mueve
las montañas y nos transporta a la otra orila del río. Esta fe no es más que
una vida totalmente impregnada de certeza clara y consciente de que Dios
está en nosotros. El que posee esta fe no desea nada más.
(..No)podría entonces en mi interior pensar que la fe de mi vecino es
inferior y desear que se convirtiese a mi religión. Si soy realmente un
amigo leal, lo único que puedo hacer es orar para desearle que viva
perfectamente de acuerdo con su propia fe. En el reino de Dios hay diversas
moradas, y todas ellas son santas.
Por consiguiente, la tolerancia mutua es la regla de oro de nuestra
conducta. En efecto, es evidente que nunca seremos todos de la misma opinión
y que la verdad se nos presentará de manera fragmentaria según sus
diferentes aspectos. La conciencia no nos habla a todos de una manera
idéntica. Sin duda alguna, es un excelente guía para cada uno, pero querer
imponer a los demás las reglas de nuestra conducta individual, sería una
distorsión intolerable de la libertad de conciencia.
El Alá del Islam es lo mismo que el Dios de los cristianos y el Ishwara de
los hinduistas. De la misma manera que en el Hinduismo hay diferentes nombre
de Dios, así también hay en el Islam otros tantos nombres de Dios. Los
nombres no significan individualidad sino atributos, y el hombre, en su
pequeñez, ha tratado humildemente, de describir al gran Dios dándole
atributos, aunque esté más allá de todo atributo y sea indescriptible,
inconcebible e inmesurable.
Estoy más seguro de la existencia de Dios que del simple hecho de que tanto
tú como yo estamos sentados en esta habitación. Me sería más fácil vivir sin
aire y sin agua que prescindir de Su presencia...
El conocimiento de las cosas de Dios no se encuentra en los libros.
Pertenece al terreno de la experiencia vivida personalmente. Los libros son,
todo lo más, una ayuda; a veces son un obstáculo."
*GANDHI* .............................**grace**

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