lunes, 23 de noviembre de 2009

Permitirse no acelerar


Permitirse no acelerar

No aceleres la lluvia, ella tiene su tiempo cierto de caer y saciar la sed de la tierra.

No aceleres el poner del sol, él tiene su tiempo de anunciar la noche hasta su último rayo de luz. No aceleres tu alegría, ella tiene su tiempo de aprender con tu tristeza.

No aceleres a tu silencio, él tiene su tiempo de paz después que los ruidos paren.

No aceleres tu amor, él tiene su tiempo de sembrar en la tierra árida de tu corazón

No aceleres tu rabia, ella tiene su tiempo para expandirse en las aguas calmas de tu conciencia.

No aceleres al otro, pues él tiene su tiempo para florecer a los ojos del Creador.

No te aceleres ti mismo, pues necesitas de tiempo para sentir tu propio crecimiento.

Autor desconocido
**grace**

1 comentario:

Paco Alonso dijo...

Vivimos en mundo de prisas sin pararnos a ver un bello amanecer, la sonrisa de un niño, la bondad de un anciano, el brillo de las estrellas.
La solución está en parar un poquito el ritmo de esta maquina desenfrenada que no nos lleva a ningún sitio bueno.
Excelente post.

Cálido abrazo.