domingo, 2 de enero de 2011

En estos momentos en silencio quiero...

Dar GRACIAS;

Solicitar: AYUDA

Implorar: PERDON.

G R A C I A S
Por la paz, por la alegría, por la unión que los hombres, mis amigos me han dado:
Por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron,
por esa mano oportuna que me levantó,
por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron,
por esos oídos que me escucharon,
por ese corazón que amistad, cariño y amor me dió,
Gracias. . . me cuesta trabajo decírlo. . .
por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por el fallecimiento del ser querido.
Cuán difícil fue aceptarlo; quizá estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta que todo tiene una finalidad...la vida
Gracias...
Por esa fe que se tambaleó bajo el peso del desánimo y me hizo caminar en el sendero de la verdad a pesar de la oscuridad.
A Y U D A...para el año que comenzó.
Lo que el futuro me depara, lo desconozco, vivir en la incertidumbre, en la duda, no me gusta, me molesta, me hace sufrir.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre. Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que contaré con tu ayuda. Tú sabes que no siempre cooperaré.
Yo sé que me tenderás la mano. Tú sabes que no siempre la tomaré.
Por eso hoy te pido que me ayudes a ayudarte, que llenes mi vida de esperanza y generosidad. No me abandones
P E R D Ó N
No podía retirarme sin pronunciar esa palabra que tantas veces te debería de haber dicho por que por negligencia y orgullo he callado.
Perdón; por mis negligencias, descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio y mi excesiva locuacidad.
Perdón por prejuzgar a mis amigos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de fe y confianza, por mi cobardía y mi falta de compromiso.
Perdón porque me han perdonado y no he sabido perdonar.
Perdón por mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.
Perdón por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé, por esa mano que no tendí, por esa mirada que desvié, por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó. . . por ese YO que se prefirió.
Llena con tu amor mi silencio y cobardía.
Concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
Valor para cambiar las cosas que si puedo y sabiduría para distinguir la diferencia.

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