martes, 1 de febrero de 2011

Comienza el día con alegría


Comienza el día con alegría en tu corazón y pala­bras de agradecimiento en tus labios.
Hay tanto por lo cual estar agradecido.
Eleva tu con­ciencia de inmediato.
Comenzar el día embotado y confuso no es prove­choso para ti, ni para tu familia, ni para nadie.
Si te sientes con espíritu crítico hacia alguien, encuentra algo en esa persona que sea positivo y bueno.
Con­céntrate en esto hasta que sientas que el amor fluye a través de ti hacia esa persona.
Sé paciente y afectuoso y nunca, en ningún mo­mento, te desesperes por el alma de nadie.
En algún lugar, de algún modo, podrás estar en contacto con eso que traerá nueva vida, alegría y esperanza.
La clave está allí, oculta quizás. Deja que esto sea como la búsqueda del tesoro, una pista que conduce a la próxima, hasta que llega al alma.
La perseverancia es fundamental.
Llegar a algunas almas es más difícil que llegar a otras, pero aquellas son frecuentemente las que nece­sitan ser alcanzadas.
Elige las más difíciles; haz esto con Mi ayuda y Mi guía constante y no podrás fallar.
Bendice todo, da gracias continuamente, llena tu co­razón con amor e irradia esto a todos los que están en contacto contigo.
Del Libro:Dios me Hablo

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