martes, 12 de abril de 2011


Muchas veces el éxito es conseguir todo lo que se desea y la felicidad disfrutar de los deseos logrados.

Conseguir todo lo que se desea o la mayor parte si es posible, pero disfrutarlo eso es el mayor problema.

Disfrutar de la vida no es fácil, aún para el que en apariencia lo tiene todo. Y como dice la canción de José José, “Hasta la belleza cansa”.

Se sabe de multimillonarios que poseen 10,000 pares de zapatos, 50,000 relojes, 10,000 trajes, cientos de propiedades y el tiempo o la salud no les alcanza para poder disfrutarlo. El dueño de play boy, no disfruta lo que se pueda creer y la juventud ya le es esquiva.

Buda decía que la naturaleza del sufrimiento de la humanidad es el deseo; el día, hora o minuto en que el ser humano deje de desear, será feliz por un minuto, una hora o años. No es fácil lograrlo.

Pero cuanto razón tiene, ya que no es feliz el que más tiene sino el que menos necesita. El consumismo nos está agobiando, pero lo podemos armonizar, regular, limitar, todo depende de que desarrollemos mucho más nuestra conciencia.

Debemos definirnos a nosotros mismos cuales son nuestros conceptos de éxito y felicidad. Una vez definidos, ir caminando hacia ello. No se podrá conseguir en poco tiempo, pero habremos trazado el camino, no la meta, porque si nos hacemos metas todo el tiempo, perderemos la felicidad.

La felicidad está en el camino, en el proceso. Dentro de todo este proceso, disfrutar, siempre disfrutar.

El disfrutar, si está al alcance de todos. La espiritualidad, la meditación, el sentirse pleno en el trabajo, si está al alcance de todos.

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