jueves, 27 de octubre de 2011


Vivir con sentido
Piensa antes de actuar. No reacciones automáticamente ante los hechos de la vida ni vivas ciegamente impulsado por tus hábitos, por tus costumbres cotidianas.
Piensa en lo que estás por hacer y piensa en las consecuencias que tendrá hacerlo. Recuerda que cuando decides lo que vas a hacer, también estás decidiendo todas las cosas que se darán como resultado de esa acción.
Al decidir comerte media docena de rosquillas, estás eligiendo darle grasa a tu cuerpo. Decidiendo ser descuidado con tu trabajo, estás eligiendo sabotear el desarrollo de tu propia carrera.
Si decides levantarte temprano y empezar a concretar cosas, estas eligiendo generar valor real y concreto, en tu vida y en el mundo que te rodea. Decidiendo mantener el foco en una tarea importante, estás eligiendo disfrutar de las recompensas que surgirán de alcanzar un logro que valga la pena.
Vive tu vida basado en tus propias y mejores intenciones. Cada paso que das tiene consecuencias muy reales y concretas, y estás en condiciones de elegir cuáles son las que, precisamente, quieres generar.
Sólo demanda un pequeño instante de pensar antes de actuar. Hazlo cada vez, y tu vida seguirá precisamente el camino que tú elijas.

No hay comentarios: