sábado, 7 de enero de 2012


EL MANDALA.

La palabra mandala proviene del sánscrito, y significa Círculo Sagrado. Es un símbolo sagrado de sanación, totalidad, unión, integración, el absoluto.

Un mandala es básicamente un círculo, es la forma perfecta, y por ello representa el símbolo del cosmos y de la eternidad. Representa la creación, el mundo, Dios, el ser humano, la vida. Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo. Desde el universo (el sol, la luna, los planetas) hasta el esquema de toda nuestra naturaleza, los árboles, las flores, etc. Todos siguen una línea circular. ¿Y que decir del átomo o la célula?.

Todo lo que nos rodea tiene la forma de círculo. Que al mismo tiempo representan los ciclos infinitos de la vida. Si observamos nuestro cuerpo, nos daremos cuenta que todas nuestras formas son redondeadas, esto nos recuerda que somos sistemas dentro de sistemas, pertenecemos al Absoluto y el Absoluto está en nosotros.

El mandala es una puerta hacia la zona más íntima del ser humano. Representa la condensación ordenante del universo. Mediante su diseño, contemplación y meditación el ser humano toma contacto con lo espiritual y se hace parte del todo armonioso, trascendiendo sus limitaciones presentes y las ataduras a su mundo material y conceptual.

Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente.

No hay comentarios: