jueves, 1 de noviembre de 2012


Si siempre quieres tener razón, quizás perdiste tu libertad.
Nuestra mente, a través del EGO, nos indica lo que ella cree es mejor para nosotros, nos da sentimientos y nos origina pensamientos, los cuales si no aprendemos a tiempo, siempre guiaran nuestros pasos.
Un claro síntoma de esta situación, es la necesidad imperiosa que a veces tenemos de demostrar que sabemos algo, o que tenemos razón en
una situación dada. Y esto es tan asi, que somos capaces de discutir y hasta pelear por estas “razones”.
Y realmente nos sentimos mal y enojados, si la otra persona no “entiende” lo que decimos. Es nuestro ego funcionando a pleno, nos “gobierna” y pretende recibir el aplauso de los otros.
Esta es una razón por la que solemos caer en discusiones y peleas, con nuestra familia, amigos o cuanto ser humano se nos cruza en el camino. Por supuesto, ese manejo del ego sobre nuestro consiente, nos genera pensamientos negativos de mezquindad, de soberbia, de envidia, etc.
El ego desaparece, cuando somos consientes de su “manejo”. Debemos ser observadores de como funciona, y como pretende “manejarnos”. Somos libres de elegir como actuar, y realmente en el nivel consiente, sabemos que si conocemos algo, no tiene ningún sentido hacer u obligar a otro que conozca y acepto nuestro “saber”. Ya que en realidad nuestros objetivos no estarán nunca ligados a que otros conozcan y aplaudan nuestro saber.

1 comentario:

luisa dijo...

Hola Grace,se que mucho no estas en este espacio,pero al publicar textos reflexivos (gracias a Dios) llegás diariamente de todas maneras a muchas de nosotras.Cuan sabio es este texto,y ( al menos yo) vuelvo a caer en más de una vez con mi ego "gordito".Más de una vez,vuelvo a leerlos y reflexionar,gracias.
Será por eso que te tuve en cuenta a la hora de mimar a amigas blogueras, cuando tengas un tiempito pasá a retirar el mimo-premio.Fue publicado en el día de hoy.Cariños.