miércoles, 13 de noviembre de 2013


LA CALIDAD HUMANA *****´

Hablar de calidad humana es cuidar nuestros vínculos con los demás. Necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos. De nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a un hogar en el que nadie se interesa en saber cómo nos fue. ¿Para qué trabajar tanto si nos sentimos solos?

Es triste leer un libro y no tener alguien con quién comentarlo; es doloroso sentirse preocupado y no contar con una persona a quién abrirle el corazón.

De nada vale estar al frente de una cancha de tenis o frente a un juego de salón; si no tenemos con quién jugar, con quien disfrutar ese momento. ¿Para qué tener lo que no se puede compartir?

Ni las cosas, ni el dinero poseen valor intrínseco. El valor de lo material está en su aplicación, en el servicio a alguien más o la convivencia con alguien más.
La belleza de tener, está en compartir
Eso es parte de la naturaleza humana: dar, convivir, amar, servir... y ayudar.

En muchas ocasiones estamos asustados, asustados de lo que tal vez no podemos hacer; asustados de lo que pensará la gente. Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños. Decimos no cuando queremos decir sí. Murmuramos cuando queremos gritar. Después...
Después gritamos, a quien no teníamos que hacerlo: ¿por qué? Después de todo, cruzamos por esta vida una sola vez; no hay tiempo para tener miedo.

Así que intenta... intenta aquello que no has hecho, arriésgate, escribe aquella carta, enfréntate como ganador a las cosas cotidianas.
El tiempo no regresa.
No tienes nada que perder, y todo... ¡Todo que ganar!

Desconozco el autor

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