viernes, 3 de enero de 2014

 

Gracias a Mi.Nuestro.Mundo y Burbujolandia

LA CARTA DE LA ABUELA
Querido nieto:
El otro día tuve una experiencia religiosa muy buena,
que quería compartir contigo. Fuí a una librería cristiana
y allí encontré una calcomanía para el auto que decía

"TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS".
Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla
y pegarla en el parachoques de mi coche.
Al salir conduciendo, llegué a un cruce de dos avenidas
que estaba muy complicado, con muchos coches.
La temperatura exterior era de 37 grados y era la hora
de salida de las oficinas. Allí me quedé parada, porque
la luz estaba roja, pensando en el Señor y como El es bueno.
No me di cuenta que el semáforo se había puesto verde,
pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque
inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas.
La persona que estaba detrás de mí auto era sin duda muy religiosa,
ya que tocaba la bocina sin parar y me gritaba:
VENGAA, POR EL AMOR DE DIOS. Dirigidos por él,
todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y
los saludaba con la mano a través de la ventanilla.
Vi que otro muchacho me saludaba de una manera
muy particular levantando solo el dedo medio de la mano.
Le pregunté a uno de mis nietos, que estaba conmigo,
que quería decir ese saludo. Me contestó que era un saludo
Hawaiano de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por
la ventana y saludé a todos de la misma manera.
Mi nieto se partía de la risa, supongo que por
la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.
Dos hombres de un coche cercano, se bajaron y comenzaron
a caminar hacia el mío, creo que para rezar conmigo o
para preguntarme a que templo voy pero, en ese momento
fué que el semáforo se pueso en verde. Entonces saludé
a todos mis hermanos y hermanas y pasé el semáforo
Luego de cruzar, noté que el único auto que había podido
pasar era el mío,ya que la luz volvió a ponerse en rojo,
y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor
que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el coche, me bajé,
los saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fuí.
Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres.
Besos.
Tu abuela.

1 comentario:

La casita de Maria Nancy dijo...

Hola Graciela,di con tu blog y me gustó mucho!!Encantada de conocerte!!!
Esta historia es hermosa y me hizo gracia...mi abuelita era así de buena e inocente!!! Un cariño,Dios te bendiga.