martes, 30 de junio de 2009

Alumbrar el camino


Habia una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que
una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lampara de aceite
encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En
determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto
lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo... Entonces,
le dice: - Que haces Guno, tu ciego, con una lampara en la mano? Si tu no
ves... Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi
camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para
que otros encuentren su camino cuando me vean a mi..... - No solo es
importante la luz que me sirve a mi, sino también la que yo uso para que
otros puedan también servirse de ella. Cada uno de nosotros puede alumbrar
el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente
no lo necesite. Alumbrar el camino de los otros no es tarea facil... Muchas
veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho mas el camino de los demas... Como?
A traves del desaliento, la critica, el egoismo, el desamor, el odio, el
resentimiento. ..
**grace**

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