Gustavo Adolfo Becquer
cruza, arrojada al azar,
sin adivinarse dónde
temblando se clavará;
hoja de árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde a caer volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y no sabe
qué playa buscando va,
luz que en los cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
ignorandose cuál de ellos
el último brillará,
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo, sin pensar
de donde vengo , ni adonde
mis pasos me llevarán.
**GRACE**
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