sábado, 18 de diciembre de 2010

Verdaera impórtancia


Jean paseaba con su abuelo en París.
En un momento, vieron a un zapatero de ser insultado por un cliente que decía que había algo mal con sus zapatos.
El zapatero escuchó con calma a sus quejas, se disculpó y se comprometió a reparar el error.

Jean y su abuelo se detuvo a tomar un café.
En la mesa de al lado, el camarero le preguntó al hombre si le importaría mover su silla un poco para que pudiera salir adelante.
El hombre estalló en un torrente de insultos y se negó a moverse.

"Nunca olvides lo que has visto-dijo el abuelo de Jean.
"El zapatero aceptó la queja del cliente, mientras que este hombre a nuestro lado no quería moverse.

"Las personas que realizan alguna tarea útil no se molesta si escuchan a algunos críticos a su trabajo, pero las personas que no hacen ningún trabajo útil a todos siempre se creen muy importantes y ocultar su incompetencia detrás de su autoridad."

Pablo Coelhos

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